lunes, 20 de noviembre de 2017

Lo Peor Está por Repetirse



NO se detendrá la marea revolucionaria que está en marcha, como expresión de la desesperación de las mayorías oprimidas.   Pero aún esto NO será suficiente, ya que la dirección adecuada de ese proceso NO ocurrirá por la sola mecánica de la “práctica social”.   Salir del campo de la necesidad al campo de la libertad, por medio de la revolución es el imperativo de esta época en la que el ser humaNO ha quedado clausurado. (…) La acción política exige, por ahora, la creación de un partido que logre representatividad electoral en distintos niveles.   Pero debe estar claro, desde el 1er momento que esa representatividad tiene por objeto orientar el conflicto hacia el seNO del poder establecido.   En este contexto, un miembro del partido que logra representatividad popular NO es un funcionario público, siNO un referente que evidencia las contradicciones del sistema y organiza la lucha en dirección a la revolución.
Es como si el Estado nacional, diseñado hace 200 años, NO aguantara ya los golpes que le propinan por arriba las fuerzas multinacionales y, por abajo, las fuerzas de la secesión.
La paradoja de sistema NOs informa que, al pretender ordenar el desorden creciente, se habrá de acelerar el desorden.
Pero el desarrollo del sistema continúa más allá de las intenciones de esa miNOría que lucha por concentrar cada vez más los factores de poder y control, provocando con esto una nueva aceleración en el desarrollo del sistema que progresivamente va escapando a su dominio.   De esta manera, el aumento del desorden chocará contra el orden establecido y provocará por parte de ese orden la aplicación proporcional de sus recursos de protección.   En épocas críticas se disciplinará al todo social con todo el rigor de la violencia disponible por el sistema.   Así se llega al máximo recurso disponible: el ejército.   Pero, ¿es totalmente cierto que los ejércitos seguirán respondiendo del modo tradicional en épocas en que el sistema va al colapso global?...  en las últimas etapas de las civilizaciones que precedieron a la actual...   Los ejércitos se alzaron contra el poder establecido, se dividieron en las guerras civiles que ya estaban planteadas en la sociedad y, NO pudiendo introducir en esa situación una dirección nueva, el sistema continuó su dirección catastrófica.   En la actual civilización mundial que se perfila, ¿se tratará del mismo destiNO?
Mario Rodríguez Cobos. Aka Silo. Cartas a mis Amigos. 1989.

Esta burocratización en segunda potencia es la militarización de la sociedad.  El Estado es, ante todo, un productor de seguridad (la seguridad de la que nace el hombre-masa, NO se olvide).   Por eso es, ante todo, ejército.   Los Severos, de origen africaNO, militarizan el mundo.   ¡Vana faena!   La miseria aumenta, las matrices son cada vez meNOs fecundas.   Faltan hasta soldados.   Después de los Severos, el ejército tiene que ser reclutado entre extranjeros.                                                                  La Rebelión de las Masas.  Mi maestririjiYo. 1930

La cultura es la interpretación que el hombre da a su vida, la serie de soluciones, más o menos satisfactorias, que inventa para obviar a sus problemas y necesidades vitales.   Entiéndase bajo estos vocablos lo mismo los de orden material que los llamados espirituales.   Creadas aquellas soluciones, para necesidades auténticas, son ellas también auténticamente soluciones, son ideas, valoraciones, entusiasmos; estilos de pensamiento, de arte, de derecho que emanan sinceramente del fondo radical del hombre según éste era de verdad en aquel momento inicial de una cultura.   Pero la creación de un repertorio de principios y normas culturales trae consigo un inconveniente constitutivo y, en rigor, irremediable.
Precisamente, porque se ha creado una efectiva solución; precisamente porque ya “está ahí”, las generaciones siguientes “NO” tienen que crearla, sino recibirla y desarrollarla.   Ahora bien, la recepción, que ahorra el esfuerzo de la creación, tiene la desventaja de invitar a la inercia vital.   El que recibe una idea tiende a ahorrarse la fatiga de repensarla y recrearla en “sí mismo”.   Esta recreación no consiste en más que en repetir la faena del que la creó, esto es, en adoptarla sólo en vista de la incontrastable evidencia con que se le imponía.   El que crea una idea no tiene la impresión de que es un pensamiento suyo, sino que le parece la realidad misma en contacto inmediato con él mismo.   Están el hombre y la realidad desnudos ambos, el uno frente a la otra, sin intermediario ni pantalla.
En cambio, el hombre que no crea, sino que recibe una idea ya creada, que le facilita su relación con aquella, como una receta, tenderá a “no hacerse cuestión de las cosas”, a no sentir auténticas necesidades, ya que se encuentra con un repertorio de soluciones antes de haber sentido las necesidades que provocaron aquellas.   De aquí que el hombre ya heredero de un sistema cultural se va habituando progresivamente, generación tras generación, a NO tomar contacto con los problemas radicales, a NO sentir las necesidades que integran su vida y, de por otra parte, a usar modos mentales –Ideas, Valoraciones, Entusiasmos– de los cuales NO tiene evidencia, porque no han nacido en el fondo de su propia autenticidad.   Trabaja y vive sobre un estrato de cultura que le ha venido de fuera, sobre un sistema de opiniones ajenas, de otros yos, de lo que está en la atmósfera, en la “época”, en el “espíritu de los tiempos”, en suma, en un yo colectivo, convencional, irresponsable, que no sabe por qué piensa lo que piensa ni quiere lo que quiere.
Toda cultura, al triunfar y lograrse, se convierte en tópico y en frase.   Tópico es la idea que se usa, no “porque” es evidente, sino porque la “gente” la dice.   Frase es lo que no se piensa cada vez, son que simplemente “se dice” o repite.   Mientras tanto se van acabando las consecuencias de esos que ya son tópicos, se van desarrollando sus posibilidades interiores, en suma, la cultura que en su momento originario y auténtico era simple, se va complicando.   Esta complicación de la cultura recibida hace engrosar la pantalla entre el sí mismo de cada hombre y las cosas mismas que le rodean.   Su vida va siendo cada vez menos suya y siendo cada vez más colectiva.   Su ser individual, efectivo y siempre primitivo, es suplantado por el yo que es “la gente”, convencional, complicado, “culto”.   El llamado hombreculto” aparece siempre en una época de cultura muy avanzada y que se compone ya de puros tópicos y frases.
Se trata de un inexorable proceso.   La cultura, el más puro producto de la autenticidad vital, puesto que procede de que el hombre siente con angustia terrible y entusiasmo ardiente las necesidades inexorables de que está tramada su vida, acaba por ser la falsificación de la vida.   Su yo auténtico queda ahogado por su yo “culto”, convencional, social.   Toda cultura o grande etapa de ella termina en y por la socialización del hombre y, viceversa, la socialización arranca al hombre de su vida en soledad que es la auténtica.   Nótese que la socialización del hombre, su absorción por el yo social, aparece al extremo de la evolución cultural, pero también antes de la cultura.   El hombre primitivo es un hombre socializado, sin individualidad.
Se comete un craso error presumiendo que es ahora cuando se ha inventado la socialización o colectivización del hombre.   Eso se ha hecho siempre que la Historia caía en crisis.   Es la máxima enajenación o alteración del hombre.   En cada crisis, claro está, se ha verificado pariendo de una dimensión diferente.   En el Imperio Romano, desde el siglo III, por tanto, bajo la política de los Severos, el hombre es estatificado –moral y materialmente–.   Se persigue a los intelectuales, que entonces solían llamarse filósofos.   Se obliga a los hombres más personales y pudientes de cada municipio, a tomar sobre si la vida de la ciudad, especialmente las cargas municipales.   Esto aniquiló espiritual y económicamente las minorías mismas que habían creado el esplendor romano.                                                                                 Esquema de las Crisis. José Ortega y Gasset. 1933

Tengo por compañero de pensión un hombre que me demostró duramente lo cierto del origen emocional de las ideas, como sostienen tanto el Evangelio como el viejo Berto.
Él invoca la disciplina social y la sabiduría ancestral para justificar el patriarcado.   Ambos argumentos son variantes de la famosa falacia lógica llamada AD POPULUM, por los retóricos latinos.   Elevar a categoría de “Verdad Revelada” la opinión de la gente es la contradicción misma de la epistemología (la disciplina filosófica que estudia las ciencias), en tanto que son ellas mismas las que han demostrado hasta la saciedad que Lo Verdadero, rara vez tiene que ver con lo que la gente dice.
Entonces, ¿por qué sucede este tipo de cosas, en alguien que tiene credenciales sociales de racionalidad a toda prueba?   Esto sucede cuando una persona se enamora de su némesis (complejo de Edipo–Electra) y su pareja le hace sufrir “las de quico y caco”, justificando la deslegitimación del otro.
Este hombre está sangrando por la herida, pero su sangrado es el peor de todos, porque su costra, al igual que la mía, es del tipo que genera cultura.   Ya Kafka reveló que todo intelectual es como una ostra: Su dolor lo convierte en perlas (obras).   Después todos pagarán por ornarse con ellas, especialmente las mujeres más frívolas (Salomé), remarcaría el Viejo Pepe.
Su esposa lo ha dejado cuatro veces y ahora lo acusa, según él injustamente, de violencia intrafamiliar.   Ante la medida precautoria de una jueza de NO acercarse a ella, impidiéndole ver a sus hijos, ha tomado la idea de que el Mercado favorece la conspiración en contra de los hombres, por parte de mujeres resentidas por el complejo de inferioridad (Freud), como bandera de lucha.   Su argumento de fondo es que El Mercado gana más mano de obra barata y consumidoras que facilitan el crecimiento de la economía (lo cual es cierto, pero NO es la génesis del “empoderamiento” femenino).
Lo malo es que cuenta con amplias certificaciones sociales (dos licenciaturas y un Magister en epistemología), para apoyar dichas ideas.   Cuando estábamos en las presentaciones, al decirme que era máster en ella, creí que el Destino lo había colocado a mi lado para ayudarme a saber más al respecto.   A los pocos minutos de ello, me impactó el giro del Destino al conocer sus tesis fundamentales.   Me di cuenta de la triste y terrible realidad a la que nos ha llevado el Destino o Dios: Yo, el paladín de una Sociedad neofilial, donde todos somos hermanos, en igualdad de condiciones, saberes y autoridad o mando,  soy un simple don nadie.   Socialmente estoy en una lucha entre David y Goliat.   Donde este David NO tiene por dónde ganarle a este Goliat, socialmente legitimado.
Los nazis invocan esas mismas dos razones (disciplina social y sabiduría ancestral) para “restaurar la sociedad a su antiguo esplendor” y endurecer la pirámide social.   Las feminazis, aportan lo suyo, queriendo reemplazar al patriarcado con un matriarcado tan duro como aquel.   Ninguno de los dos está abierto a la posibilidad de que NO sea necesaria pirámide alguna para poder convivir como sociedad.   Lo peor del momento actual chileno es que la alta votación obtenida por Kast en la reciente elección presidencial es que estos argumentos falaces NO sólo continúan vivos, sino que están creciendo en popularidad.
El problema NO es de género, sino de mentalidad: Verticalidad del mando versus Horizontalidad del conocimiento y el poder que el conocimiento entrega.   Los dos brazos del nazismo están de acuerdo en una CREENCIA fundamental: La Imprescindible existencia de una jerarquía de dominación y la inexistencia (por ignorancia) o la imposibilidad (por incredulidad) de una jerarquía de actualización.
Estos son los dos polos mentales en que está dividida la Humanidad y, como es incapaz de decidir por uno de ellos, este mundo (que algunos creen el último, el mejor y EterNO) será partido en dos por la inevitable simbiosis de los neonazis y las feminazis, porque, en medio de esta discusión de sordos, NO hay alguien lo suficientemente “autorizado”, para zanjarla.   Un nuevo Principio de Legitimidad, diría Gulgielmo Ferrero.  Eso es lo que el Viejo Pepe llama Crisis Histórica: una sociedad, en nuestro caso, globalizada, dando tumbos en todas direcciones, porque carece de UN sentido de la vida, al tener dos o más en disputa de las almas.   Ninguno de los dos con la suficiente “fuerza” para unificar la sociedad, ya que uno está muriendo y el otro apenas es un presentimiento y la gente NO se guía por presentimientos, es decir, las teorías de unos pocos.
Como coincidían tanto el Viejo Pepe, como Ferrero: El viejo sistema se resiste a morir y el nuevo sistema NO logra consolidarse, por lo que a los ojos de los presentes se ve como un fracaso, siendo que es abortado por los hombres que sustentaron lo mismos principios que derrocaron a las sociedades matrízticas hace 5.125 años: La vida es competencia y sólo merece vivir quien la gana.
Lo más gracioso es que tanto Gasset como Ferrero eran defensores acérrimos del patriarcado y yo utilizo sus ideas para subvertir ese Ancien Regimen (Antiguo Régimen llamaban los Ilustrados a la monarquía).
La carnicería volverá a repetirse y como los patriarcales son sus expertos, volverán a ganar.   Creo que estaré muerto antes de verla.   Eso sucede porque “Nadie es profeta en su tierra”.   Bien merecido se lo tienen.   Yo cumplí mi parte, al avisarles, pero es imposible que los sordos oigan.   Si rechazaron al Viejo Berto Maturana, que es el científico chileno más prestigioso de toda la Historia shilensis, ¿qué queda para mí?   El Martirio.

Kenai Etznab
El pobrecito Poetirijiya.

Epílogo: Adjunto lo esencial para al discernimiento personal.
COMPONENTE
MODELO DOMINADOR
MODELO SOLIDARIO
1. Relaciones de género
Lo masculino supera en rango a lo femenino, y los rasgos y valores sociales estereotípicamente asociados con la "masculinidad" se valoran más que aquellos asociados con la "feminidad" (1)
La ideología imperante valora por igual lo femenino y lo masculino, y otorga primacía operacional a los valores estereotípicamente femeninos" como la crianza y la o violencia.
2. Violencia
Existe un alto nivel institucionalizado de violencia social y abuso, desde el maltrato a la esposa e hijos, violación y abuso psicológico por parte de "superiores" en la familia, el lugar de trabajo y la sociedad en general.
Violencia y abuso no son componentes estructurales del sistema, de modo que tanto niños como niñas pueden aprender la resolución no violenta de conflictos. Por consiguiente, hay un bajo nivel de violencia social.
3. Estructura social
La estructura social es predominantemente jerárquica (2) y autoritaria, donde el nivel de jerarquía y autoritarismo corresponde aproximadamente al nivel de dominio masculino.
La estructura social es en general más igualitaria, con diferencias (ya sean de género, raza, religión, preferencia sexual o sistema de creencia) no asociadas automáticamente con un estatus social y/o económico superior o inferior
(1)  Cabe señalar que, en este contexto, los términos "feminidad" y "masculinidad" corresponden a los estereotipos sexuales construidos socialmente para una sociedad dominadora (donde la masculinidad se iguala a dominio y conquista, y la feminidad a pasividad y sumisión), y no a rasgos femeninos o masculinos inherentes.
(2) En este contexto, el término jerárquico se refiere a lo que podríamos llamar jerarquía de dominación, o el tipo de jerarquía inherente a un modelo dominador de organización social, basado en el temor y la amenaza de dolor. Estas jerarquías deben distinguirse de un segundo tipo, que podría llamarse jerarquía de actualización. En biología, corresponde a la jerarquía de moléculas, células y órganos del cuerpo: una progresión hacia un nivel de función superior y más complejo. En los sistemas sociales, las jerarquías de actualización se dan junto con la igualación del poder con el poder para crear y para concretar nuestros más altos potenciales en nosotros mismos y otros.
4. Sexualidad
La coerción es un elemento importante en la selección de pareja, relación sexual y procreación, con la erotización de la dominación y/o la represión del placer erótico mediante el temor. Las principales funciones del sexo son la procreación masculina y la descarga sexual masculina.
El respeto mutuo y la libertad de elección para mujeres y hombres son las características de la selección de pareja relación sexual y procreación. Las principales funciones del sexo son el vínculo entre mujer y hombre mediante el dar y recibir placer mutuo y la reproducción de la especie.
5. Espiritualidad
El hombre y la espiritualidad están sobre la mujer y la naturaleza, justificando su dominio y explotación. Los poderes que rigen el universo se representan como entidades castigadoras, ya sea como un padre desapegado cuyas órdenes se deben obedecer bajo pena de terribles castigos, una madre cruel o demonios y monstruos que se deleitan atormentando arbitrariamente a los humanos y que, por lo tanto, deben ser aplacados.
Se reconoce y valora la dimensión espiritual de los poderes vivificantes y sustentadores de la mujer y la naturaleza, así como los de los hombres. La espiritualidad se vincula con la empatía y la equidad, y lo divino se representa mediante mitos y símbolos de amor incondicional.
6. Placer y dolor
La imposición o amenaza de dolor es esencial para mantener el sistema. Los placeres del tacto en las relaciones sexuales y paternales se asocian con dominación y sumisión y por lo tanto con dolor, ya sea en el llamado amor carnal del sexo o en la sumisión a una deidad "amorosa". Se santifica la imposición y/o el padecimiento del dolor.
Las relaciones humanas se mantienen más por lazos de placer que por temor al dolor. Los placeres de las conductas de cuidado se apoyan socialmente y el placer se asocia con la empatía por otros. Se considera sagrado cuidar, hacer el amor y otras actividades que generan placer.
7. Poder y amor
El poder supremo es aquel para dominar y destruir, simbolizado desde la remota antigüedad por el poder letal de la espada. "Amor" y "pasión" se usan con frecuencia para justificar actos violentos y abusivos de quienes dominan, como la matanza de mujeres realizada por hombres cuando sospechan su independencia sexual o las "guerras santas" libradas en nombre del amor a una deidad que exige obediencia de todos.
El poder supremo es aquel para dar, nutrir e iluminar la vida, simbolizado desde la remota antigüedad por el cáliz o grial sagrado. El amor se reconoce como la máxima expresión de la evolución de la vida en el planeta, así como el poder unificador universal.
Epílogo al libro PLACER SAGRADO de Riane Eisler, al cual el Viejo Berto escribió su Prefacio.

Para entender las falacias lógicas en que cae mi inesperado adversario intelectual, recomiendo visitar la Santa Wikipedia.   Tan sólo adelantaré que bajo aquellas falacias lógicas (pecados de la mente que un epistemólogo de verdad, en serio, NO cometería jamás) cayeron insignes próceres de La Humanidad, como Sócrates, Jesús, Séneca y Giordano Bruno, sólo por nombrar a los más famosos.   Quiera la GranDiosa Verdad que NO me una a tan selecto Club de los Filósofos Asesinados por su sociedad.



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